Mindfulness y tomar té: Un Complemento Perfecto.
Tomar una taza de té con mindfulness, es decir, disfrutar de este tipo de infusión bajo un estado de meditación con atención o concentración plena, se trata de una tendencia que crece cada día entre quienes nos gusta estar conscientes del aquí y el ahora, para lograr conectarnos con nuestro yo interior, nuestro cuerpo y el ambiente que nos rodea.
Pero, ¿sabes cómo practicar mindfulness y tomar té, de modo de generar un complemento perfecto que alivie nuestro cuerpo, mente y espíritu a través de un proceso de meditación que tiene más de 2500 años de antigüedad?.
La respuesta de muchos puede ser “no” y, por lo mismo, resulta necesario partir por resolver la interrogante que, en este minuto, pueden presentar muchos de los que están leyendo este texto: ¿Qué es el mindfulness?.
La verdad es que existen distintas definiciones, pero lo cierto es que en lo profundo todas convergen en un mismo punto. Para muchos el mindfulness es una filosofía de vida que incluye la meditación, y que ocupa distintas técnicas de relajación, para hacer conscientes sensaciones de nuestro cuerpo que normalmente pasan desapercibidas. Pero no debe entenderse como una meditación simple o común, como muchos pueden suponer, pues se trata de una actividad intelectual en la que el objetivo es lograr un estado de atención centralizada en un pensamiento (felicidad, armonía), objeto (piedra) o percepción (latidos del corazón, respiración).
Respecto a cómo puede practicarse esta técnica milenaria de meditación, los entendidos señalan que el mindfulness requiere de apertura y aceptación plena, para observar la realidad en el momento presente sin intenciones de juzgar. Debe practicarse durante media hora para aclimatar la mente con nuevas sensaciones, e ir construyendo el estado de meditación. Se debe llevar a cabo en un lugar libre de ruidos (ambiente abierto), sin distracciones, con una temperatura refrescante y utilizando ropa que resulte cómoda, de modo de facilitar el camino hacia el estado que se desea lograr.
¿Cómo integrar los beneficios del mindfulness y el té?.
No se asuste. No resulta una práctica complicada, pues se trata sencillamente de prestar atención a los detalles de la preparación del té, concentrándose o poniendo atención a sus hojas sueltas, a fin de disfrutar de una increíble experiencia a través de los sentidos, lo que permite ir despertando sensaciones de nuestro cuerpo que suelen pasar desapercibidas cuando realizamos esta actividad de manera automática.
Partimos con la elección, es decir, decidir cuál tipo de té vamos a elaborar o preparar, nos concentramos en cómo vamos a verter el agua, integrar los ingredientes, servir, degustar, y mucho más. La integración entre el mindfulness y el té se da en el minuto en que realizamos esta actividad en estado consciente, con atención plena, haciendo presente las sensaciones del aquí y ahora. Mediante esta técnica, dejamos de hacer este proceso o actividad de manera automática, lo que nos permite percibir detalles.
Un ritual para el té.
Como mencionamos anteriormente, tomar el té puede llegar a ser un hábito que realizamos en automático, pero cada día puedes preparar tu conciencia para convertirlo en un tiempo de meditación y de atención plena. Para lograrlo te invitamos a seguir estos consejos:
- Abre tus sentidos. No analices.
- Escucha el sonido del agua al caer en la tetera, cómo hierve, escucha el burbujeo, mira el vapor.
- Observa cómo caen las hojas secas del té en el agua y cómo esta va dejando sus propiedades en el agua. Cómo cambia el color del
- Disfruta del aroma de las hojas del té que emana de la tetera.
- Escucha cómo cae el agua en tu taza al servir la infusión
- Al echar el azúcar o miel ve cómo se diluye.
- Encuentra un lugar tranquilo para sentarte, respira profundo y líbrate de cualquier pensamiento.
- Siente el calor de la taza, de la bebida como entra y recorre tu cuerpo a través de la boca.
- Saborea cada sorbo y aroma. Ten en cuenta cada sensación que te provoca.
- Ten conciencia y date cuenta de todo lo que deambula en tu mente. Inicia un estado de conciencia creciente.
La clave para integrar el mindfulness es abrirse a la intención de la práctica, sentir cada acción que está sucediendo. No debes seguir estos pasos al pie de la letra, sino estar consciente de cada detalle de la preparación de tu té.